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Mi primera experiencia con mi suegra
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Mi primera experiencia con mi suegra De hecho hoy por hoy es mi exsuegra pero fue una experiencia digna de mencionar. Esto ocurrió cuando yo tenia unos 20 años en ese momento té piensas que lo sabes todo pero no eras consciente de todas las sorpresas que te aguardaban tras cualquier esquina. Yo tenia una novia de la universidad, llamémosla Sara, llevábamos una par de años saliendo y ya tenÃÂamos costumbre de hacer planes con las familias polÃÂticas; Domingos de comida familiar, cumpleaños etc... Sara vivÃÂa con su madre y con su hermana en el centro de Madrid asàque cuando salÃÂamos de fiesta nos acostumbramos a dormir en su casa porque la mÃÂa estaba en las afueras. Nos despertábamos de resaca y su madre que era un amor nos tenia preparada la comida y echábamos el domingo allÃÂ. Mi suegra, llamémosla Pilar, es una mujer cariñosa y risueña, llevaba separada muchos años y aunque habÃÂa tenido alguna pareja no era nada serio. Es una mujer con curvas muy guapa de cara morena de ojos claros con un pecho increÃÂble se conservaba muy bien o a mi siempre me ha parecido muy sexy. Un dÃÂa se agacho en un armario de la cocina para coger nosequé y pude ver cómo se le asomaba un poco un tanga amarillo por encima del pantalón del pijama. Es absurdo pero nunca me hubiera imaginado que ella llevara tangas tan sexy como de encaje. Esa fue la primera vez que empece a verla con otros ojos. Alguna vez Sara tenÃÂa que trabajar los domingo sen un bar donde ponÃÂa copas y quedaba a comer con una compañera antes de entrar asàque yo comÃÂa con su madre y su hermana y me iba a mi casa. Un dÃÂa me desperté y fui a la cocina como siempre de camino estaba el baño. Pilar se estaba duchando. Cuando llegue a la cocina no estaba tampoco la hermana de Sara. Volvàa la habitación y me di cuenta que estábamos solos Pilar y yo, era la primera vez. Me asome al cuarto de Pilar escuchando aún la ducha, estaba todo recogido y la cama hecha, no sé muy bien porque lo hice era como echar un ojo a su intimidad. Cuando escuche la ducha cerrarse espere un poco y salàhacia la cocina y me la encontré en el pasillo en albornoz y con el pelo mojado. Pensar que no llevaba nada debajo me puso a cien. - Buenos dÃÂas! Tienes hambre? Me cambio y comemos- Me dijo. Yo no podÃÂa pensar en otra cosa que no fuera su cuerpo desnudo. Entre en el baño aún lleno de vaho y olor a jabón. Mientras meaba me llamo la atención poderosamente el cesto de la ropa sucia. Una idea sobrevolaba mi mente. Lo abrày ahi estaba su pantalón de pijama y junto a él unas bragas blancas de algodón, ojalá hubiera sido el tanga amarillo pero no hubo suerte. No me lo pensé, cogàlas bragas y me las lleve a la cara. Nunca habÃÂa olido un olor a coño tan profundo era como dulce e inmediatamente se me puso como una piedra. Lo que más me sorprendió fue que todavÃÂa seguÃÂan medio calentitas era una sensación muy excitante. Examine la parte de las bragas que están en contacto con el coño donde el olor era mas potente y pude ver algún pelo enrollado en el borde. Me excite tanto que perdàla noción del tiempo. intente que se me quedara guardado ese olor para siempre y asàfue. Deje las bragas en su sitio intentando que no se notara nada. Salàdel baño como si no hubiera pasado nada. Comimos, ella aun con el pelo mojado y yo con el olor de su coño aun en mi pituitaria. Tras comer me fui y estaba deseando llegar a mi casa para masturbarme porque de camino se me ponÃÂa la polla tan dura que me latÃÂa y me metÃÂa la mano en el bolsillo para apretarla. Al llegar me masturbe toda la tarde. Pasaron algunas semanas y volvàa quedarme a dormir en casa de Sara pero ella o no trabajaba o habÃÂa gente en la casa cuando nos despertábamos. Pensé que habÃÂa tenido suerte ese dÃÂa y que seria algo aislado. Nada más lejos de la realidad. Un dÃÂa después de salir estaba dormido y entro Sara para decirme qué se iba a currar. SolÃÂa darme un beso antes de irse y aunque yo estaba super dormido siempre me acordaba. Este dÃÂa fue igual con una pequeña gran diferencia. Puso una rodilla sobre la cama y yo, con ganas de que no se fuera, la cogày la tumbe a mi lado, algo a lo que siempre se resistÃÂa diciéndome: Venga déjame que si no no me voy! o No me hagas esto que ya me esta costando mucho! Esta vez no fue asÃÂ. La tumbe y empecé a besarla, ella me cogÃÂa la cara y me besaba con mucha pasión, empece a meterle mano y algo era distinto. Cuando me fije en la oscuridad el cuerpo era distinto y entendàlo que estaba pasando. Estaba tumbado comiéndome la boca como unos locos con mi suegra. Nos quedamos mirándonos un segundo en silencio y se levantó de la cama y se fue sin decir nada. Tiempo después me explico lo que paso ese dÃÂa. Sara ya se habÃÂa ido, ella entro a decirme que también se iba y que tenia la comida en el microhondas. Cuando me levante flipando y con miedo ella ya tenÃÂa el bolso y estaba saliendo de casa solo me dijo: - Tienes comida en el microhondas. Y salió. ÿQué acababa de pasar? ÿLo habÃÂa soñado? Estaba cachondo y acojonado. ÿSe lo dirÃÂa a Sara? Me fui a la cocina bastante desorientado y me tome un café dandole vueltas. Con la sensación de su culo en mis manos y de esos besos apasionados que me daba se me puso durÃÂsima. Estaba solo en la casa y solo querÃÂa aliviarme. Me fui corriendo al baño a rebuscar en el cesto de ropa sucia. HabÃÂa ropa también de Sara, encontré unas bragas de Pilar y empecé a masturbarme oliéndolas casi esnifándolas imaginando que hubiera pasado si hubiéramos seguido. Me corràrapidamente. Pensé en llevármelas a casa pero no me atrevÃÂ. Comàsin dejar de darle vueltas y me fui a regañadientes. No sabia cuándo volverÃÂa pero me hubiera quedado toda la tarde masturbándome con sus cosas. Paso el tiempo y estaba relativamente frÃÂa conmigo, no nos quedábamos solos en la misma habitación, está claro que no se lo dijo a Sara pero habÃÂa cierta tensión entre nosotros. Yo me hice como un millón de pajas pensando en ese momento. Paso el tiempo y llegaron las navidades. Estábamos de vacaciones y salimos a cenar con la familia de Sara. Al dÃÂa siguiente Sara y su hermana se iban a casa se su padre a pasar las fiestas. Fuimos a un mexicano "La mordida" que ÃÂbamos mucho. Nos tomamos unos tequilas y luego unas copas en un bar. Estábamos todos un poco tocados y relajados pero para Sara y para mi, acostumbrados a llegar a su casa a las seis de la mañana llegamos temprano para su madre y su hermana las tres de la mañana era tardÃÂsimo. Cuando llegamos Sara tenia ganas de sexo y yo también, tenÃÂamos que follar en silencio porque el cuarto de su madre estaba cerca, yo sé que si hay algo que le hacÃÂa gritar a Sara es ponerla a cuatro patas y apretar fuerte. Estaba deseando que su madre nos oyera follar. Imaginaba que se ponÃÂa cachonda y sé masturbaba. Terminamos y nos dormimos. A la mañana siguiente Sara se levantó medio pronto para irse donde su padre. Cuando me dio el beso de despedida yo ya no pude dormirme pensando que estarÃÂa solo con Pilar y que no volverÃÂan en una semana. Cuando oàla puerta cerrarse se me puso dura. Estaba hasta nervioso. Me levante al baño. La casa estaba en silencio Pilar seguÃÂa en la cama. Mire la puerta del cuarto de Pilar estaba cerrada pero no del todo pero no habÃÂa hueco para mirar. Volvàal cuarto y me senté en la cama con el corazón acelerado. Estuve ahàun rato. Escuche algo. ÿSe habÃÂa levantado? ÿVoy? Escuché la cisterna del baño y nada más. Estaba casi temblando. Esperé un rato y cogàfuerzas para salir de la habitación otra vez. Pensé voy a la cocina hago café como si no pasara nada. Cuando pasé por la habitación de Pilar la puerta estaba entreabierta. Sigilosamente me asomé. Ella estaba dentro de la cama de espaldas a la puerta. Me quede ahàmirándola. Se movió un poco y me escondàtras la puerta. Temblaba. Me volvàa asomar y ahàestaba mirando hacia la puerta. Mirándome a mÃÂ. Creàque se me paraba el corazón. No quedamos asàunos interminables segundos. Recordaba esa forma de mirarme de cuando nos besamos. No sé de donde saque el valor. Entre en el cuarto y cerré la puerta, pensaba que me iba a echar pero siguió en silencio mirándome. Me acerque a la cama y sin decir nada quito el edredón de la parte libre de la cama. Me metÃÂ, se notaba lo nerviosos que estábamos los dos. Tumbados de lado nos mirábamos en silencio y me fui a besarla despacio, aunque ya estaba en la cama con ella aun con sabia que querÃÂa. La bese despacio. Recordaba esos besos. No dejamos de besarnos y aumentaba el ritmo y la pasión de los besos, la empecé a apretar hacia a màsu cuerpo robusto y ese olor que se tiene cuando acabas de despertar me ponÃÂa a cine, le apretaba el culo y le metàla mano por el pijama la tocaba el culo recuerdo perfectamente ese tacto y esa temperatura aún hoy, ella también me apretaba hacia ella. Ya estábamos a cien. Le metàla mano por debajo de la parte de arriba del pijama no llevaba nada mas tenia unos pecho enormes y suaves. Se lo levante y pude ver sus tetas empece a chupárselas, ella pasaba su mano por mi nuca. No me creÃÂa lo que estaba pasando. Yo estaba muy empalmado y ella lo notaba porque empujaba mi polla contra ella. Me la agarro por encima del pijama. Nos besábamos con lengua jugueteando con ellas. Me metió la mano dentro del pantalón y ,me cogió la polla yo pensaba que me corrÃÂa. Yo que le tocaba el culo alargué la mano hasta su coño apartando la braga y note por primera vez su coño, estaba mojado y caliente, soltó un suspiro profundo y le metàun poco en dedo. ella me masturbaba y yo estaba a punto de explotar. Pare y me quieta la ropa, ella se quito la parte de abajo y yo le quite la de arriba. Pude notar su vergüenza a que la viera desnuda. Seguimos besándonos con nuestros cuerpos desnudos mi polla rozaba su coño me encantaba tocárselo, sentir sus pelos y su humedad entre mis dedos. Necesitaba parar para no correrme ya asàque intente bajar a comerle el coño pero me paro y me dijo - No! No habÃÂamos dicho nada en todo ese tiempo. Entendàque le daba vergüenza. Me puse encima besándola, comiéndola el cuello y las tetas ella me cogÃÂa la polla y se la pasaba por su coño empapado. Yo empujaba y ella retenÃÂa la penetración con su mano. Solo entraba la punta. Me miro y me dijo: ÿTienes un condón? (Sara se tomaba la pÃÂldora y ya nunca usábamos) Le dije: No. En ese momento soltó mi polla y con un empujón entró entera. Volvió a soltar un suspiro y cerro los ojos. Me deje un poco dentro sin moverla notando el calor que desprendÃÂa. Era como un abrazo húmedo y caliente. Empecé a bombear poco a poco pero yo estaba a punto de correrme y se la acababa de meter no querÃÂa que acabase. Me cogÃÂa del culo con fuerza para guiarme en el movimiento ella querÃÂa fuerte asàque me deje llevar y empecé a apretar con fuerza. Al poco tiempo le dije: áMe voy a correr! Me contesto algo que me llevo al quinto cielo, me dijo: ácórrete mi niño, quiero sentirlo! Eso me hizo explotar dentro, cada convulsión de<b> semen </font></b>le ponÃÂa más y mas cachonda. Empezó a tocarse el clÃÂtoris mientras yo eyaculaba, su respiración estaba muy agitada y yo seguÃÂa metiéndole mi polla y empujando mi<b> semen </font></b>dentro de ella mientras se masturba y movÃÂa su pelvis, seguÃÂa y seguÃÂa hasta que con un pequeño grito y un espasmo de su pelvis note como llegaba al orgasmo y su coño por dentro convulsionaba y se apretaba abrazando mi polla. Caàsobre ella mientras disfrutaba de los últimos coletazos de su orgasmo. Nos quedamos abrazados en silencio. Me tocaba la espalda con cariño. Me tumbe al lado y la abracé ella se apoyo sobre mi pecho. Lo más bonito fue que nos quedamos dormidos, desnudos sin dejar de abrazarnos. Cuando me desperté ella no estaba. Volvió la incertidumbre. Me vestày fui a la cocina con cierto miedo. Cuando llegue estaba haciendo café llevaba solo una bata de andar por casa y nada mas porque su pijama seguÃÂa en el cuarto. Dije: - Bueno dÃÂas! Me miro con una sonrisa que me relajó absolutamente y me dijo: ÿQuieres café? -Si Se acerco y me dio un beso en la boca muy dulce. Me encanto. Algo habÃÂa cambiado entre nosotros innegablemente y me hacÃÂa sentir genial. No sé porque dije: - Me lo tomo y me voy. A lo que ella contestó: - No, quédate. Asàempezó todo. Continuará... |
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