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OSNA
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OSNA Esta historia, también sucede en mi etapa de vivir en Zihuatanejo. En el transcurso de los días, después de mi llegada, nos hicimos<b> amigos </font></b>de una gringuita a la que llamamos "Estelita la de las vueltecitas", una compañerita música que cantaba y tocaba la guitarra en un hostal para gringos ( y además cuando bailaba. se la pasaba dando vueltecitas) Ella tenía una roomie que se llamaba "Osna", una Noruega chiquita, culoncita, con un buen par de tetas y unos ojos azules que embobaban de mirarlos. Obviamente "Osna" era muy asediada por algunos de los locales, trabajaba de mesera en u antrillo del centro. Después de un par de meses, hice amistad con Osna, pero estaba resignado a que solo sería mi amiga. Cierto día, nos las encontramos en el centro y las invitamos al depa que rentábamos el tecladista de la banda y yo. Fumamos un poco de mariguana y tomamos cerveza, por lo que pronto los cuatro estábamos algo fumigados, poco después, las chicas querían irse a su casa, pero era tarde y ya estaban en estado inconveniente por lo que les ofrecimos alojamiento en casa. Estelita se quedó en mi cama y Osna y yo nos quedamos en la sala y nos terminamos la última cerveza. En la sala, teníamos una especie de sofá cama así que lo acomodé y le dije a Osna que se podía quedar ahí e insólitamente, me tomó de la mano mientras se recostaba, así permaneció, sujetando mi mano mientras conciliaba el sueño, en eso, a mi me dio una sensación de ternura y empecé a acariciar su cabello para que pudiera dormir, después de unos minutos, ella acerco su mano, la que tenía sujeta la mía y la acercó a su pecho, luego la acomodó de modo que yo pudiera acariciarla, mientras con mi mano libre seguía acariciando su cabello y su carita hermosa. Ella apretaba más mi mano contra su pecho, entendí el mensaje y levante su blusa, empecé a acariciar su abdomen, me paré frente al sofá, me incline y empecé a besar su vientre mientras una de mis manos apretujaba sus hermosos senos, quise levantar por completo su blusa para poner mi boca en sus ricas tetas, pero ella no me dejó, bajo su blusa y mi mano al mismo tiempo, solo que bajo mi mano hasta su entre pierna así que empecé a sobetear su sexo aún por encima del pantalón, después ella misma desabrochó su pantalón, así que pude meter mi mano por debajo de su calzoncito y sentir al fin la piel de su sexo caliente frotaba su clit, metía mi dedo en su vagina, así una y otra vez, yo seguía estrujando sus senos con mi otra mano, hasta que me apretó mi mano con sus piernas y se vino riquísimo, lanzando un delicioso gemido de placer, inmediatamente después como por arte de magia, Osna se quedó dormida, yo me quede un rato mas acariciando su cabello, y me dormí sentado en una silla. en la mañana que desperté ella ya no estaba, pocos días después Osna regresó a Noruega, ha sido una noche de las más inesperadas en mi vida. |
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